"El Método Wim Hof es una práctica sencilla. Combina ejercicios respiratorios y exposición al frío a través de una atención plena que te permitirá incrementar notablemente tus niveles de energía, mejorar tu calidad de sueño y potenciar tus defensas naturales, entre tantos otros beneficios".
Siempre he sido muy sensible al frío. Desde pequeño me ha costado mucho más que al resto incluso el darme ese chapuzón veraniego.
De igual forma, puedo afirmar con claridad que ahora lo disfruto. Después de 2 años siguiendo el método, tomo duchas frías casi todos los días e intento bañarme regularmente (también en invierno) en ríos y playas. También he incorporado las respiraciones a mi práctica de Chi Kung y en resumen, me siento más fuerte, vivo y feliz.
A lo largo de los siglos, hemos ido perdiendo nuestra capacidad innata de adaptarnos al medio, cada vez nos abrigamos más, nos aislamos más y el cuerpo se vuelve más dependiente y débil .... pero ese potencial permanece intacto en nuestro organismo y es posible reactivarlo. Sus efectos transformadores son casi inmediatos.
Está demostrado que la práctica regular del Método Wim Hof aporta numerosos beneficios:
... incrementa tus niveles de energía y reduce el estrés, fortalece tu sistema inmune y alcaliniza tu organismo. Promueve una mayor adaptación a las temperaturas extremas, activa tu capacidad antiinflamatoria natural, mejora la calidad del sueño y tu poder de concentración, aumenta tu rendimiento deportivo y de recuperación, calma los dolores de las articulaciones, previene enfermedades respiratorias, ayuda a controlar la hipertensión arterial, eleva tu autoestima y fuerza de voluntad y produce estrés positivo, que propicia una vida más saludable y alegre.
Cómo practicar el Método Wim Hof
El Método Wim Hof se asienta sobre tres pilares: la respiración, la exposición al frío y la atención plena.
Respiración:Escucha a tu cuerpo y no fuerces nada. Los ejercicios de respiración son sencillos, pero intensos.
Practícalos siempre en un ambiente seguro, sentado o recostado en el suelo, la cama, y con el estómago vacío.
Aquí tienes una clase de muestra (activa los subtítulos en español) .
También puedes realizar las respiraciones a través de la app oficial del método.
Después de realizar las respiraciones ( o ejercicios de Chi Kung) dúchate con agua tibia como lo haces habitualmente pero con una atención más plena.
Después puedes empezar de forma progresiva con la ducha fría, primero las extremidades y después todo el cuerpo durante sólo 15 segundos (3 respiraciones normales) la primera semana. Segunda semana con 30 segundos de agua fría (6 respiraciones); en la tercera, 45 segundos (9 respiraciones); y en la cuarta semana llegarás al minuto (12 respiraciones). Al mes siguiente intenta continuar avanzando, a tu ritmo, hasta alcanzar los 2 minutos.
Una vez estés ya habituado a tus 2 minutos de ducha fría, puedes comenzar con la ducha fría, luego pasa a la ducha caliente y finaliza tu baño nuevamente con agua fría. Notarás un salto exponencial en los beneficios del método, ya que los cambios de temperatura activan la norepinefrina, un neurotransmisor vinculado con la concentración y el estado de ánimo.
Atención plena
Por último, Wim Hof se refiere a este componente como “compromiso”, al que le añade la fuerza de voluntad y el autocontrol. Llevado a un plano superior esto se convierte en meditación y atención plena, a través de la cual podrás observar tus pensamientos, emociones e impulsos de forma más ecuánime y clara y, comprendiendo su naturaleza transitoria, no identificarte con ellos. Desde ahí, en palabras de Wim Hof, “Serás capaz de lidiar con cualquier tipo de estrés y de sobrellevar lo que sea”.Contraindicaciones
Practica el método en condiciones seguras, con atención plena y no fuerces a tu cuerpo en exceso. En sus libros enfatiza que cualquier persona sana, mayor de 16 años, puede practicar su método a excepción de personas con cuadros de epilepsia, hipertensión arterial no tratada, afecciones coronarias como insuficiencia cardíaca o angina de pecho y accidentes cerebrovasculares . Tampoco es recomendable durante el embarazo o lactancia.