Hablar de inmunología es hablar de defensa.
En la medicina china, hace siglos que los textos clásicos dan enorme importancia al Wei Qi (energía defensiva). Además de un buen descanso y alimentación, si además nutrimos nuestro sistema inmune con nuestra práctica de Yang Tai Chi, este nos protegerá frente a bacterias, virus (antígenos) y posibles enfermedades...
Esto depende en gran medida del Riñón, que entre otras funciones nutre la médula (huesos y cerebro) y conserva nuestra esencia (Qi esencial).
La médula ósea es un órgano primario del sistema inmune, se encuentra en el interior de los huesos, se divide en médula roja (huesos planos: vértebras, costillas, Pelvis, etc.) y médula amarilla (en huesos largos, generan tejido adiposo, donde se almacena la energía).
La médula roja y sus 3 tipos células sanguíneas:
– Glóbulos blancos: responsables de defendernos de las infecciones.
– Glóbulos rojos: transportan el oxígeno a todas las células.
– Plaquetas: evitan las hemorragias cuando existe una herida.
La misión de la médula ósea es la de producir, mantener y regular los niveles de estas células.
1. En el Yang Tai Chi original, mientras nos movemos, siempre generamos una alternancia (yin-yang) de contracción y relajación muscular en todo el cuerpo, (como la sístole y diástole del corazón), lo que estimula la formación de los glóbulos blancos (defensivos) a nivel circulatorio y funciona como una antigua fuente de palanca, que promueve y propulsa de forma muy intensa la circulación del Qi y la sangre por todo el organismo.
2. Nuestra pelvis está siempre en retroversión, esto fortalece el suelo pélvico, la alternancia de peso en cada pierna estimula la musculatura de los glúteos, que bombean gran cantidad de sangre a la pelvis, el hueso plano más grande del cuerpo.
– Glóbulos blancos: responsables de defendernos de las infecciones.
– Glóbulos rojos: transportan el oxígeno a todas las células.
– Plaquetas: evitan las hemorragias cuando existe una herida.
La misión de la médula ósea es la de producir, mantener y regular los niveles de estas células.
3. El giro sobre la pierna de apoyo SIN cambiar el peso aumenta la función de los músculos rotadores de la cadera y ejerce presión sobre los huesos de la cintura pélvica, esto los estimula y fortalece.
7. La respiración lenta y profunda, en armonía con el movimiento físico reduce la carga de trabajo del corazón, mejora la tensión, aumenta la presencia del oxígeno en sangre y dilata los vasos, logrando que la presión arterial mejore y con ella el sistema inmunitario.
Aprender Tai Chi Tradicional no es fácil, ni cómodo ni especialmente divertido, pero sus efectos en nuestro cuerpo son extraordinariamente buenos, y a llegado a nosotros a través de la familia Yang.
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